sábado, noviembre 04, 2006

Cocinando.

De a poco he descubierto que me gusta cocinar. Pero lo mejor es cuando se me ocurre hacer algo y parto al supermercado a buscar las cosas para inventar un plato. Hoy día hice eso. En vez de esperar que llegara Israel a mi casa para almorzar, me fui al supermercado. Compré hartas cosas y me vine con las cosas colgando. Igual estaban pesadas las bolsas, pero descubrí que si uno no las lleva con los brazos colgando, sino flectados y las bolsas colgando en la espalda (dudo que se haya entendido eso), se hacen mucho más livianas.

Y bueno, cuando llegué ya estaba acá Israel, haciendo arroz. Así que arreglé todo para empezar mi súper plato chamuyento, un rico (en realidad quedó muy rico) Chapsui a la Valentina.

Ingredientes:
(para 4 personas)
- 2 pechugas de pollo
- salsa de soya
- 1/2 zapallo italiano
- 1/2 bandeja de dientes de dragón
- 1/2 bandeja de brotes de alfalfa
- 1 bandeja de champiñones
- 1 tarro chico de crema

Se cortan las pechugas de pollo en cuadrados chicos y se les echa sal. Los champiñones se lavan y cortan en láminas. El zapallo italiano se corta en cubos (lavado y con cáscara). Después que está todo esto preparado, se echa el pollo y los zapallos italianos a un sartén (creo que sería mucho mejor en un wok, pero no tengo) con un poco de aceite de oliva. Cuando ya estén medio cocidos se les echa salsa de soya, para que quede más jugoso. Y después se agregan los brotes, dientes de dragón y champiñones. Se tapa el sarten y a esperar.
Después de un rato (no es mucho, así que quédense al lado), cuando ya se ha reducido toda la mezcla y el pollo está completamente cocido, se le agrega el tarro de crema. Y listo. Eso es todo. Ahora sólo tienen que servirlo en un plato junto al arroz echo por Israel. Bueno, si lo hacen ustedes a lo mejor también funciona.

De vez en cuando deberían partir al supermercado a inspirarse. Es una súper buena idea. O sea, no es que este plato sea demasiado original, pero queda rico y además es barato.

jueves, noviembre 02, 2006

Certezas.

Los nervios se acabaron. Ya no tengo que esperar más. Llegó la respuesta. Y sí, me aceptaron para hacer la práctica en la revista Paula. Empiezo el 15 de Diciembre.

Estoy feliz. Es que en realidad es lo que siempre había querido, así que voy a intentar aprovecharlo al máximo.

Bueno, y con toda esta emoción se me había olvidado comentar otra cosa. ¡Por fin nació la Elisa! Ahora si que soy toda una orgullosa tía de 3 cabros chicos, chicos pero grandes, pulentos pero piantes.

No tengo fotos todavía, así que no se las puedo mostrar, pero pesó 3 kilos 100 y midió 50 centímetros. Es enana. O sea, no es tan chica, pero al lado de la Clarita parece un ratón. Y tiene cara de pituca. Así como la boca apretada y la pera puntuda. Y los dedos son tan raros, porque los tiene largos, muy largos y las manos blancas, muy blancas, casi como si fueran de papel. Cosa Rica.

lunes, octubre 23, 2006

Añoymedio.


Tantos días juntos.

Soy feliz.

Feliz AÑOYMEDIO.

jueves, octubre 19, 2006

Miedo.

Anoche iba a escribir que tenía miedo, nervios, la guata revuelta. Pero al final decidí ir a acostarme, porque o si no hoy día, además de todo eso, iba a tener unas ojeras más terribles que de costumbre.
Ahora puedo decir que sigo teniendo un poco de miedo y de nervios, pero que por lo menos lo peor ya pasó. Sólo queda esperar. Aunque ya le conté a las niñas, prefiero no decir nada más por ahora. Si funciona, sabrán. Si no, también.

lunes, septiembre 25, 2006

Amigos.

Para mi los amigos son una de las cosas más importantes. No tengo muchos, pero sí intento cuidarlos. Por eso me cuesta tanto entender las actitudes de algunas personas. No me gusta esa gente que te saluda sólo cuando es para pedirte un favor, pero más me cargan esas personas con las que compartiste muchas horas de tu vida, hablaste de todo, confesaste lo inconfesable y, de un minuto a otro, encuentran a alguien más. Está bien, todos cambiamos y evolucionamos en la vida, pero creo que esta evolución se puede dar en conjunto. Me ha pasado ya un par de veces, curiosamente con gente que luego fue amiga entre si y que, claro, ya no lo es.

Esas amistades desechables no logro entenderlas. Me superan. A lo mejor soy muy tradicional. No lo sé. Pero eso de llenar los favoritos de tu blog con miles de nombres que has visto por ahí, gente con la que has conversado un par de veces, blogs en los que ni siquiera comentas, pero hacen que tu espacio se vea más cool, con más onda. Porque conocer gente tiene onda.

Para mí los amigos son una de las cosas más importantes. No tengo muchos, por eso no necesito llamarlos por su nombre y apellido. La Chica es una sola, la Ale es una sola, Rosita es una sola, la Javi y la Coni también (aunque algunas veces deba incluir sus apellidos para no confundirlas con mis hermanas). No me importa que no tengan apellidos con muchas erres y no conocer a todo su árbol genealógico. Lo importante son otras cosas.

No me interesa salir todos los fines de semana y estar en los lugares de moda. Me da exactamente lo mismo si voy a una fiesta donde está todo el jet set, ir a recitales de grupos indie o ver todo lo que dan en el cine para tener tema. Prefiero hablar de cuánto me gusta comprar cosas en las micros, de los sueños y de nada también.

Me gusta la vida más simple, pero más compleja a la vez.

domingo, septiembre 24, 2006

Compras y micros.

Me gusta comprar. Claro, eso puede no ser una novedad para casi todos, pero una de las cosas que me encanta hacer es comprar en las micros. Desde un chocolate hasta un completo set de desatornilladores. No se qué será.

A lo mejor es porque cuando voy en la micro voy pensando en cualquier cosa, menos en comprar. Y, de un minuto a otro, se sube alguien que animosamente ofrece un producto. Cualquier cosa. ¿Cómo resistirse? O sea, es obvio que esos excelentes 12 plumones marca Sharpie son completa y absolutamente necesarios, aunque en realidad ya tengo 3 juegos de plumones. Pero claro, son de otra marca, otro grosor, y tienen hasta distintos colores, pienso.

Y es irresistible. Termino con los plumones en la mano. O los desatornilladores. O las tijeras, las agujas.

Y ustedes, ¿compran en la micro?
(uf, hoy día me puse interactiva)

domingo, septiembre 10, 2006

Mezcla.

De todo un poco. Días sin escribir. Muchas cosas hechas y otras tantas por hacer.
La semana pasada intenté postear algo, pero estaba en la Universidad y no alcancé. Sólo pude guardar como borrador que tenía un moretón grande en la rodilla derecha. Todavía lo tengo. Supongo que no ha pasado tanto tiempo.
El moretón fue porque no le achunté a la camioneta cuando me subí para ir a Tunquén, el fin de semana pasado. Dos días después me hice otro metiéndome a la ducha. He llegado a la conclusión que todavía estoy en la más tierna adolescencia, cuando uno no tenía el control de su cuerpo porque le quedaba grande. A veces me pasa. Me quedo grande.

Quiero encontrar un trabajo donde me paguen lo suficiente como para poder irme de acá. Ya no soporto mucho. No me gusta andar con la guata apretada por la vida. Me gusta dormir bien, tranquila, acompañada.

Este fin de semana fue el cumpleaños de Israel. Estuvo entretenido y eterno. Me gustan esas celebraciones, aunque al final ya estaba muriendo de sueño y todavía me duele un poco la espalda por las machas.

No quiero tener que hacer cosas que no me gustan. Política debería ser convalidable con otros ramos. Las fotos deberían llegar cuando te dicen. Y yo debería poder escribir lo que tengo que escribir.

miércoles, agosto 23, 2006

Clara.

Sí, costó, pero lo logró. Ya está entre nosotros la Clara.
Es lo mejor.
No es la guagua más linda que ha pisado la tierra, porque en realidad ninguna guagua es muy linda, pero es tan rica. Hace ruidos raros, estornuda chistoso y llora con locura cuando tiene hambre, sólo cuando tiene hambre.

Hoy día la tomé en brazos y tenía un olor muy rico. Y me baboseó el cuello, porque claro, tenía hambre.


Clara
Nació el 22 de Agosto del 2006
A las 07:14 PM
Midió 51 cm
Pesó 4.135 Kg

viernes, agosto 18, 2006

Todavía no.

Y seguimos esperando.

Esta es Clara, en una de las tantas ecografías.


La Clarita se niega a nacer. La Javi ya se comió un tarro de papayas (que según el doctor era como receta de señora de campo) y todavía no pasa nada. La llamo todos los días para saber si hay novedades y no. ¡Nada de nada!

¿Alguien tiene alguna receta mágica?

domingo, agosto 13, 2006

De todo.

La Ale me alegó porque según ella no actualizaba mi blog desde Enero (parece que tiene problemas con esto de aprenderse los meses, pero la queremos igual...). La Caro me dijo que actualizara o si no iba a estar siempre pensando en taller. Y aquí estoy, intentando escribir algo.

Como que los fines de semana largos me gustan, pero no tanto. O sea, sí. Pero no. Es que hay veces, como hoy día, que por culpa de estos feriados eternos no puedo ver a Israel, lo que es una lata. A cambio acabo de arrendar un par de películas que espero me vengan a dejar luego (claramente no es lo mismo, pero así se pasa el tiempo más rápido).

Ayer tuve almuerzo familiar, para variar. Y hoy día, también. Y la Javi cada minuto tiene la guata más abajo y la Carola la tiene más grande. Se supone que la Clarita debería nacer mañana, así que en eso estamos... esperando. A la Elisa le falta todavía.

Pero es entretenido esto. Ver cómo derepente la familia va a aumentar. La pieza de la Clara ya está lista. Incluso la Javi logró terminar el mural que en algún minuto pensó que no iba a lograr. Acá va una foto para que vean más o menos cómo quedó.


Está muy muy bonito. Yo creo que a la Clarita le va a encantar. A eso hay que sumar las cortinas naranjas que le hizo mi mamá y el chal de cuadritos de colores. Y las instalaciones eléctricas de Israel, la lámpara que puso el Jose, el mueble que armaron entre los dos, las flores que colgó la Javi. Parece que todos hemos hecho nuestro aporte ahí.

Me gusta mi familia. Están todos un poco locos. Pero les encanta juntarse a almorzar. Ayer hablaba de eso con Israel. Por alguna razón yo valoro demasiado los almuerzos familiares. Me carga llegar tarde o no ir, porque es una de las pocas oportunidades que tengo de vivir más en familia con mi familia.

Quiero que la Clarita y la Elisa lleguen luego, para que conozcan a todos los locos.

domingo, julio 09, 2006

Viña/Santiago.

Intentando cambiar la configuración del blog, algo hice que no se veían las cosas nuevas que escribía, así que tuve que cambiarla de nuevo. Hasta ahí llegó mi personalización. Voy a tener que investigar más para entender cómo se hace, pero lo lograré.

Este fin de semana lo pasé bien. El viernes me fui a la casa de Israel y el sábado me levanté temprano para venirme a Viña con la Chica. Acá estaban la Coni, Rosita y sus dos amigas brasileras. Hace tiempo que no pasábamos harto tiempo juntas y fue lo mejor. Salimos, paseamos, tomamos helado y nos sacamos muchas fotos. Parece que nos tomamos en serio esto de aprovechar el tiempo antes que Rosita se vaya. Igual va a ser triste cuando la dejemos en el aeropuerto, pero se que va a ser demasiado feliz allá y que va a llegar más contenta que nunca, es cosa de tener paciencia y esperarla unos meses.

Como ya no vengo mucho a Viña, se me había olvidado lo rico que es estar acá, aunque sea haciendo nada. Me gusta estar sentada en uno de los sillones del living mientras mi mamá teje y el Pato se pasea por ahí. Yo solo miro, converso un poco y miro otra vez. Esta vida de casa es la que echo un poco de menos en Santiago, quizás por eso también me gusta tanto irme a la casa de Israel. Claro, en gran parte es por estar con él, pero también me gusta estar echada en la cama de su mamá, con Israel al lado y la tía jugando cartas. Porque siempre juega a las cartas. Solitarios.

Tengo muchas ganas de salir luego de la Universidad, poder trabajar y formar mi propia casa. No es necesario que me ponga a tejer en el living, pero sí quiero tener un lugar agradable donde estar, donde pueda entrar y esperar que llegue Israel o saber que al llegar a la casa va a estar esperándome. En Santiago nadie me espera mucho. A veces la que más nota que no estoy es la Nelly.

martes, julio 04, 2006

Nueva Cara.

No me convence para nada esta nueva faceta del blog. Lo único bueno es que después de un par de horas peleando (sí, peleando) contra blogger y ayudada por mi reciente aliado Dreamweaver logré cambiar un poco cómo se ve esto. No es mucho y tampoco me mata el header nuevo, pero cuando salga de vacaciones intentaré hacer algo mejor.

lunes, julio 03, 2006

La Motivación.

Al principio Periodismo me convenció. Después vino la crisis-vocacional-no-soporto-esta-carrera. Y parece que ahora estoy entrando en un nuevo período de aceptación. Incluso me está empezando a gustar y hasta hay cosas que me motivan. Parece que al final todo dependía de cómo lo tomara.

No quería tomar Interactiva con Fernández, porque después de Medios 4 me había caído mal. Pero por cosas de horario terminé en ese ramo y me encantó. Todavía no termina y me tiene un poco estresada, pero muy entretenida. Claro, eso es también por el tema de nuestro último trabajo y por la partner (¡nos va a quedar buenísimo!).

Y ahora empiezo a ver el horario del próximo semestre y, aunque hay cosas que no me convencen ni me convencerán nunca, veo otras que me gustan, ramos que quiero que me den y que, extrañamente, son de la carrera.

Ahora hay que esperar que todo resulte, por el momento lo que más espero es que termine el semestre para poder hacer nada por un tiempo. Dormir siesta cucharita y, en el mejor de los casos, irnos un par de días a Puerto Varas a tomar once en la casa de la Javi, con cosas hechas por su mamá.

domingo, junio 04, 2006

Ruido.

Me gusta el ruido que hacen las tijeras al cortar el pelo. Esa es una de las razones de por qué lo tuve corto y no puedo evitar ir a la peluquería cada cierto tiempo.

Me gusta el ruido que hacen los pies de los bailarines en el Municipal. Seguramente en otros teatros hacen el mismo ruido, pero como las veces que he visto ballet ha sido ahí, me gusta ese.

domingo, mayo 14, 2006

Feliz Día Mamá.


Esto lo escribí hace tiempo en el fotolog, el 7 de Julio del año pasado. Pero como que ahora le viene, así que acá va de nuevo.
Un beso para mi madre.



Mi mamá nunca tuvo grandes comodidades cuando chica. Hija de dueña de casa y de milico (‘demórese un poquito más y diga militar, mijita’, como diría mi tata si me viera escribiendo esto), y con tres hermanos más, siempre intentó arreglárselas sola. En el colegio no le iba muy bien, porque le daba lata estudiar, pero podía pasar horas enteras tejiendo, bordando y cosiendo lo que en el minuto estuviera de moda. Cuando había más plata en la casa, su mamá le compraba algunos géneros para que se hiciera la ropa. Apenas llegaba del colegio, con el jumper todavía puesto, se ponía a coser hasta la hora de la comida. En una tarde era capaz de hacerse varias faldas (aunque en esa época eran tan micro que seguramente hasta con un paño de cocina le hubieran salido varias) o un buen par de pantalones.

Mi mamá tiene una imaginación que me encanta. Creo que si hubiera tenido la posibilidad y las ganas de estudiar diseño o alguna carrera así, hubiera sido buena. De las mejores. Pero las cosas no se dieron así, y mejor se dedicó a criarnos a nosotras tres. A “sus niñitas”.

Igual, se lo agradezco. Me encanta mi madre. Me cae demasiado bien. Es una vieja loca, capaz de hablar incluso más palabras que yo por minuto (y a veces hasta más agudo) y que lo pasa increíble apretando a su único nieto. Aunque claro, suele tener sus arranques de furia y neurosis, es una maniática del orden y, como toda madre, siempre tiene la razón. Pero bueno, con el tiempo, mis hermanas y yo hemos ido heredando algunas de sus manías.

Mi mamá odia el incienso, porque le recuerda las misas a las que iba obligada cuando estaba en el colegio. Las odiaba. Y cada vez que el incienso pasaba cerca de su cara, se desmayaba. Así de simple. Desde entonces, es incapaz de olerlos.

Y hoy día, mientras acompañaba a mi hermana a la casa de una pintora para comprar un cuadro, sentí el olor. Y tosí. Me dio asco. Me acordé de mi mamá. Seguí tosiendo hasta que nos fuimos a otra pieza del taller donde, por suerte, el olor era mucho más débil. ‘Me carga el olor a incienso. Me da tos. ¡Me estoy convirtiendo en la mamá!’, fue el comentario que tuve que hacer al salir del taller. La Javiera se rió.

martes, abril 25, 2006

Aniversario.

Ayer cumplimos un año. En realidad la fecha fue una especie de acuerdo, porque el pololeo oficial empezó como 2 días después. Así es que escribo ahora, que estamos en la mitad de las dos fechas.

No sé si alguna vez me imaginé realmente estando con alguien. Y aunque ahora me cuesta entenderlo, cuando conocí a Israel jamás pensé que íbamos a terminar juntos. Sin embargo, ya no me puedo imaginar sin él. Son más de 300 días. Tardes viendo tele, paseando por Santiago, conversando tonteras y viajando entre mi casa y Peñaflor. Decenas de almuerzos familiares, estenopeicas en el balcón, ataques de risa y días de invierno debajo del chal.

Hoy día te amo mucho más.

sábado, abril 22, 2006

Antes y Después.


Antes tenía el pelo rojo o naranjo. Hoy día lo tengo café.
Antes me lo peinaba con partidura al medio. Ahora es a un lado y con chasquilla.
Antes vivía en Viña con mi mamá. Hoy vivo en Santiago con mi papá.
Antes estaba soltera. Hoy día, no.
Antes era feliz. Hoy día, también.

Hace poco revisé mi mail y me encontré con la sorpresa que finalmente tenemos reunión de generación. Es la próxima semana. Igual un poco de nervios, pero no sé por qué, si ni siquiera ha pasado tanto tiempo y he seguido viendo a varios. Pero será, así le da un poco más de emoción.

domingo, abril 02, 2006

La Gran Familia.

Como muchos saben, el Pato es mi padrastro. Lo conozco desde que tengo casi 3 años y mi mamá lo conoció cuando era chica y vivían en Los Andes. Él pololeó con su hermana mayor y siempre la encontró hinchadora, pero la llevaba al cine a ver películas. Años más tarde y los dos separados, se reencontraron. Él con 5 hijos y mi mamá con 3.

Al poco tiempo, nos habíamos ido a vivir a Viña. Éramos una familia enorme. Aunque nunca vivimos los 8 "hermanoides" (nombre con que nos autodenominamos) juntos, los almuerzos de los domingo son inolvidables. Este fin de semana nos estuvimos acordando de eso.

El panorama era más o menos así: Ocho niños entre 4 y 15 años. La mesa del comedor llena y la de la terraza puesta en el living. En la cocina, el Pato y mi mamá. En los quemadores, una olla gigante de salsa de tomates hecha completamente en casa por el Pato, otra de salsa blanca, y una o dos llenas de tallarines. El piso, lleno de salsa (el chef nunca ha sido muy hábil sirviendo). Y todos nosotros corriendo por ahí. Mi madre un poco neurótica, buscando un trapero.

Y después de un rato, todos sentados comiendo. Bueno, casi todos. Por alguna razón (daba lo mismo cuál), Sebastián siempre terminaba metido debajo de la mesa, "con el charqui estirado", enojado. ¿Por qué debajo de la mesa? No lo sé. Pero así era.

Al final, cuando todos terminábamos, venía la tarea más dura: lavar. Generalmente mi mamá se ocupaba de eso, pero hacíamos una cadena y todos íbamos secando un poco, hasta que el último guardaba.

Ayer, cuando nos acordábamos de todo esto, mi mamá y el Pato se reían, y decían que cuando terminábamos de guardar todo, ya había que empezar a sacar las cosas para la once.

Ahora ya es casi imposible que nos juntemos todos. Nosotras 3 vivimos en Santiago. 2 hermanoides en Los Andes - San Felipe. Uno en Viña todavía. Y 2 más en Italia (aunque uno llega en Julio). Todos repartidos por la vida. Es que ya estamos grandes. Somos ocho niños, entre 21 y 32 años.

miércoles, marzo 22, 2006

Cuaderno.

Hoy día finalmente terminé mi cuaderno.
Después de una semana y de haberme ganado un chichón en la cabeza por andar buscando los mejores papeles, lo logré (aunque el chichón todavía no se me va completamente).
¡Y quedó tan lindo!

Es muy tonto, pero estas cosas me emocionan mucho. Me encanta ver algo hecho por mí terminado. No es que pase muy seguido, porque generalmente me demoro mucho y me da lata seguir. Pero me gusta hacer cosas, sufrir porque el maldito papel que estoy poniendo se pega mal y quedan burbujitas, alegar porque las hojas están todas disparejas cuando en realidad no es para tanto y esperar con la guata un poco apretada mientras el señor de la fotocopiadora lo anilla.

Prefiero eso a estar leyendo un texto acerca del efecto Tercera Persona, que más encima está en inglés. Prefiero eso a estar leyendo el diario. Prefiero eso a estar persiguiendo entrevistados.
Ay, parece que me salió esto de la crisis vocacional otra vez. Será. Ya es algo con lo que vivo.

Mientras tanto, puedo pasarlo muy bien haciendo cuadernos y aburrirme un rato intentando traducir "Is it a Theory, or Just a Convenient Explanation?", de Josh Cohen.

lunes, marzo 06, 2006

Cabrachica.

Entramos a la universidad el mismo año y a la misma carrera. Pero en secciones diferentes. Tuvo primero Lengua Española y yo, Estilo. Mientras avanzaba el 2003 nos empezamos a conocer por gente en común. Y así, conocí a una de mis mejores amigas de la vida.

Es cierto que no ha pasado mucho tiempo desde que nos conocimos, pero es como si fuera mucho más. Podemos hablar mil tonteras por minuto o... dos mil.

¡La chica!

Ella es S, yo soy L. Pero a las dos nos gusta Topshop, así que da igual.

Bastó sólo un poco de tiempo para que dejáramos de tomar apuntes (está bien, yo dejara de tomar apuntes) y nos dedicáramos a dibujar en los cuadernos toda la ropa que se nos ocurría. Lo que habíamos visto y lo que salía directamente de nuestra cabeza.

Y creo que ese es el mayor pasatiempo que tenemos. Pensar solamente en el futuro, en todo lo que vamos a hacer. Desde las botas o la bufanda, hasta la tienda. Chaporel.
Pero obvio que no nos dedicamos sólo a eso. A veces también hablamos en serio. Y no siempre estamos de acuerdo, eso es lo entretenido.

Y desde hace ya un tiempo que la Chica estaba sin computador, porque se lo estaban enchulando. Y después de miles de promesas, finalmente llegó. Y ahora estamos hablando, aunque ya nos hayamos visto en el día y nos vayamos a ver mañana a las 8.30. Y es que es inevitable. Podría apostar que en menos de 10 minutos vamos a estar vitrineando on line.

¡Por suerte que volviste!


(pequeño homenaje para ze pequeña).

[es que de verdad es emocionante que esté de vuelta en el mundo internetístico. no es tan entretenido cibervagar sola.]

sábado, febrero 25, 2006

Una cosa más.

Hay muchas cosas que me cargan en la vida. Por ejemplo el incienso y los perfumes, me dan ganas de vomitar. También me carga que me den instrucciones. Siempre y quien sea.

Por eso, debo decir:


"Sh, pégate una actualizá, po"


no es un comentario que me haga feliz.


(si no actualizo es porque no tengo nada que decir. sí, a veces soy fome)

Feliz.

Hace mucho tiempo que no actualizaba.

En el post anterior le estaba dando la bienvenida al 2006 y ahora ya estamos despidiendo las vacaciones. Una lata. Ojalá fueran un poco más largas, aunque siempre querría que lo fueran aun más.

No tengo mucho que escribir en realidad, seguramente por eso no había actualizado. El último tiempo ha sido buenísimo, y aunque no he hecho mucho, estoy feliz.

Estoy feliz.

Feliz.

¿Por qué tanto? No lo sé. Seguramente porque estoy enamoradísima, tengo amigos increíbles y claro, todavía no empieza taller.