domingo, abril 02, 2006

La Gran Familia.

Como muchos saben, el Pato es mi padrastro. Lo conozco desde que tengo casi 3 años y mi mamá lo conoció cuando era chica y vivían en Los Andes. Él pololeó con su hermana mayor y siempre la encontró hinchadora, pero la llevaba al cine a ver películas. Años más tarde y los dos separados, se reencontraron. Él con 5 hijos y mi mamá con 3.

Al poco tiempo, nos habíamos ido a vivir a Viña. Éramos una familia enorme. Aunque nunca vivimos los 8 "hermanoides" (nombre con que nos autodenominamos) juntos, los almuerzos de los domingo son inolvidables. Este fin de semana nos estuvimos acordando de eso.

El panorama era más o menos así: Ocho niños entre 4 y 15 años. La mesa del comedor llena y la de la terraza puesta en el living. En la cocina, el Pato y mi mamá. En los quemadores, una olla gigante de salsa de tomates hecha completamente en casa por el Pato, otra de salsa blanca, y una o dos llenas de tallarines. El piso, lleno de salsa (el chef nunca ha sido muy hábil sirviendo). Y todos nosotros corriendo por ahí. Mi madre un poco neurótica, buscando un trapero.

Y después de un rato, todos sentados comiendo. Bueno, casi todos. Por alguna razón (daba lo mismo cuál), Sebastián siempre terminaba metido debajo de la mesa, "con el charqui estirado", enojado. ¿Por qué debajo de la mesa? No lo sé. Pero así era.

Al final, cuando todos terminábamos, venía la tarea más dura: lavar. Generalmente mi mamá se ocupaba de eso, pero hacíamos una cadena y todos íbamos secando un poco, hasta que el último guardaba.

Ayer, cuando nos acordábamos de todo esto, mi mamá y el Pato se reían, y decían que cuando terminábamos de guardar todo, ya había que empezar a sacar las cosas para la once.

Ahora ya es casi imposible que nos juntemos todos. Nosotras 3 vivimos en Santiago. 2 hermanoides en Los Andes - San Felipe. Uno en Viña todavía. Y 2 más en Italia (aunque uno llega en Julio). Todos repartidos por la vida. Es que ya estamos grandes. Somos ocho niños, entre 21 y 32 años.

5 comentarios:

carolita dijo...

siempre quise tener mil hermanos. somos sólo tres.

pero me recuerda a los almuerzos con mis primos, cuando chicos, que llegaban en diciembre todos los que estaban repartidos por el mundo y jugábamos fútbol y nos metíamos a la piscina.

qué linda tu familia.
me encantó.

José Ignacio Stark dijo...

te envidio, vale.
me encantaría, tu sabes, sentrame a la mesa con todos. al menos ser el (a)nexo entre ellos.

pero hay cosas en esta vida que nunca van a cambiar. y es mejor que queden así.

beso.

Omar dijo...

y la familia se multiplica con los bebés en camino!
que la cigueña? o sea, parece que vino de parís para quedarse!

je.

besotes

o.-

Unknown dijo...

Hola... He andado leyendo tu blog a estas horas de la mañana en que no puedo dormir producto de una una caña terrible !!..
Saludos...

Unknown dijo...

Me gustó eso de la familia numerosa... un relato nostálgico...