domingo, octubre 21, 2007

Vómito de ideas.

Antes que se acabe octubre, debo escribir algo. O tal vez no, pero lo haré igual.
Estoy impresionada con lo rápido que ha pasado el año, es como comentario de vieja, sólo me falta apretarle los cachetes a un pobre niño y decirle "ay, pero si yo te conocí cuando eras así". Pero es cierto, se me ha pasado muy rápido este año. Es más, el otro día, paseando por Providencia, creo, vi un gorro de Viejo Pascuero en una vitrina. ¿Hay señal más evidente de que se está acabando el año que la Navidad? Y claro, las grandes (y pequeñas) tiendas se aprovechan de la vulnerabilidad que produce el color rojo y blanco y la nieve artificial y cada año ponen antes la publicidad que incita a comprar todo lo que se nos cruza, pero de todas maneras, cuando aparece un Viejo Pascuero, quiere decir que se acabó el año. No hay nada que hacer. ¿Empezar a comprar regalos? Puede ser.

El otro día estaba conversando con una de las hermanas de Israel y me contaba que ella ya tiene todos los regalos de hombres comprados y los de mujeres los tiene vistos, porque le gusta hacerle regalos a todo el mundo. Incluso en su oficina juegan al amigo secreto para evitar que gasten plata innecesaria, pero ella no lo puede evitar y le compra alguna cosa chica a cada uno.

A mi también me gusta hacer regalos. Si voy por la calle y veo algo-que-tiene-cara-de-alguien, se lo compro. Claro, si es algo comprable. Porque por mucho que vea un laptop increíble, que se que tiene cara de Israel, o los últimos lentes de Chanel, que obvio que tienen cara de Chica, no se los voy a comprar (aunque ganas no me faltan). ¿Qué será lo que me gusta tanto de hacer regalos? No lo sé. Lo pensaré.

Pero en este post iba a escribir de otra cosa que, por supuesto, ya olvidé.
Ah, iba a decir que todo va bien con el trabajo, que ahora ya les puedo contar de qué se trata, pero que no lo haré. Sólo diré lo siguiente: visiten ahora ya www.paula.cl. Su click es mi sueldo.

En una semana y un día más es mi titulación. Nervios igual. Aunque no.
Es raro, porque no va a haber ninguna diferencia con mi vida actual.
En fin, no se qué más decir.

¿Feliz Navidad?
Sólo por si no escribo en mucho tiempo más.