jueves, julio 19, 2007

Cirugía Microendoscópica de Cavidades Perinasales.

Finalmente, este sábado los pólipos saldrán de mi nariz. En una de esas hasta me cambia la voz y ya no me reconocerán.
La cirugía no me da tanto miedo como el papel que tengo que firmar antes de entrar a pabellón, donde se describen algunos de "los riesgos más frecuentes y más graves, incluyendo aquellos derivados de la administración de la anestesia", como por ejemplo:
  • Hemorragia intracraneal.
  • Traumatismo directo del cerebro.
  • Daño ocular completo o parcial.
  • Visión doble por lesión de los músculos externos oculares.
  • Fístula de líquido cefaloraquídeo (meningitis secundaria).
  • Colección de sangre en la órbita.
  • Obstrucción nasal por adherencia en las paredes de la nariz.
  • Alteraciones permanentes del olfato.
  • Lagrimeo continuo de uno o ambos ojos.
  • Formación de costra intranasal postoperatoria
  • Riesgo de la anestesia general: asfixia, reacción anormal a drogas, hipertermia, complicaciones pulmonares o paro cardíaco en un caso sobre 100.000.

Esperemos que no me pase ninguna de todas estas cosas y si llegara a pasar alguna que sea... ¿el lagrimeo continuo de un ojo? ¿o la alteración permanente del olfato? Aunque como me dijo Israel el otro día, esa última es más peligrosa y tendría que andar con un canario para todos lados, para asegurarme de no morir por una emanación de gas.